Tomando como base la idea de este mito, desde la psicología y la pedagogía se habla de "Efecto Pigmalión" para hacer referencia a la idea de que las expectativas que tenemos sobre personas, cosas, situaciones e incluso sobre nosotros mismos pueden llegar a ser realidades. Pincha sobre la foto para ver un vídeo sobre esto.
Pigmalión era un escultor que, según un mito griego, se enamoró perdidamente de una de sus creaciones: Galatea. Su pasión era tal que trataba a la escultura como si fuera una mujer de carne y hueso. Afrodita (diosa del Amor), enternecida por el amor que profesaba Pigmalión a su escultura, la convirtió en una mujer real.
Sobre este tema, y aplicado a la escuela y a la importancia de las expectativas de los y las profes en cuanto al rendimiento que van a tener sus alumnos (qué se puede esperar de ellos), hubo un experimento clave en los años 60, conducido por dos psicólogos, Robert Rosenthal y Leonore Jacobson. Si quieres saber más pincha aquí.
Como dijo Albert Einstein:
“Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”.